Fondevila: la metáfora y su eterna pareja, el símbolo, nos desvelan la riqueza de su mundo interior

La obra de Fondevila refleja la voluntad de asumir los retos y compromiso del autor frente a la obra y su tiempo. Prevalece su autenticidad y voluntad de denuncia, de alerta, de invitar a la reflexión y a percibir lo que está más allá de la sinfonía del color, del lenguaje de los elementos de expresión plástica, de lo visual o lo sensorial y llegar al alma oculta de la obra. La esencia pura de la creación.

Conectar con su propuesta, descifrar sus códigos, desvelar sus claves, es enriquecerse con sus ideas y vivencias a través de las series seleccionadas para ésta muestra, las cuales constituyen la columna vertebral de su discurso plástico: Retratos y paisaje, Improvisaciones de diciembre, Cuarta dimensión, Ideas cúbicas, entre otras.

Su secreto es el impulso creativo, su fuerza de voluntad en desarrollar el talento para legitimar el genio. Nuestro autor es pura pasión y dedicación al arte, por y para el cual vive, respira y deja fluir ideas y sentimientos como el agua cristalina que corre alegre desde un manantial. Investigador nato, con una férrea disciplina, conoce y está al día con las tendencias contemporáneas, sin olvidar los grandes clásicos ni las vanguardias y movimientos históricos que hicieron grandes aportes al arte de todos los tiempos.

Conocedor de la pluralidad de lenguajes del arte actual y con absoluto dominio de los recursos técnicos, vuelca su pasión por la pintura y la escultura dando vida a sus propias ideas, sentimientos y mensajes, buceando en su mundo interior en la continua búsqueda de razones y motivos que mueven los corazones.

José Antonio Fondevila, con una carga psicológica y analítica, escrutadora, percibe y siente al ser humano y su entorno no como una representación de la realidad, sino como una excusa formal en la pintura, a través de un espíritu de naturaleza romántica, que le facilita transmutar lo cotidiano, lo imaginario, en una auténtica obra de arte. Dentro de un universo onírico, en una cosmogonía vibrante, misteriosa que nos atrapa y nos conmueve. Es un verdadero deleite para los espíritus más sensibles y exigentes.

Con el valor añadido de que, el espectador que contempla su obra, abierto a vivir la experiencia sensible, con la limpia mirada de un niño, abierto a todas las tendencias y, lenguajes, puede sentir las mismas sensaciones y emociones. Porque su obra es universal. Conecta con el espectador y puede ser leída en cualquier país. Sus múltiples exposiciones internacionales así lo acreditan. Y al tiempo testifican que, hoy por hoy, Fondevila es uno de los grandes representantes de la plástica española y un orgullo para Galicia.